La transformación digital es una realidad, y es fundamental que las empresas tomen conciencia de ello. Una de las primeras medidas que deben llevar a cabo es la formación de los empleados en nuevas competencias digitales, como la web 3.0. Se trata de la tercera generación de servicios de Internet para aplicaciones y webs. Una de sus principales características es el uso de una comprensión de datos para la creación de páginas datificadas y semánticas.

Las organizaciones híbridas son aquellas que combinan la lógica comercial y el factor social. Aprovechan los beneficios de ambos modelos para construir redes globales y generar una transformación a nivel mundial. Los consumidores valoran muy positivamente a las organizaciones que muestran una preocupación real por lo que ocurre en la sociedad, y proponen soluciones. Teniendo en cuenta que las organizaciones híbridas focalizan sus acciones en ambos frentes, son una fuente de innovación permanente.

A esto hay que sumar que cumplen un rol muy importante en el desarrollo cultural, social y económico de las regiones donde llevan a cabo su actividad. Es lo que se conoce como Responsabilidad Social Corporativa, y es muy relevante en la actualidad. Las empresas híbridas no sólo destinan recursos económicos a proyectos sociales, sino también a la protección del medio ambiente.

Los beneficios de los servicios en la nube son muy amplios, y las empresas actuales no deben obviarlos. Cuando comenzó la crisis sanitaria, aquellas organizaciones que ya utilizaban los servicios en la nube y sus empleados estaban formados en competencias digitales, pudieron reaccionar a la situación de manera rápida y efectiva. Por esta razón, en la próxima década el uso de la tecnología on cloud será primordial por la agilidad y la flexibilidad que proporciona.

Los empleados han tenido que acostumbrarse al trabajo en remoto, lo que ha obligado a las organizaciones a buscar fórmulas que permitan hallar el punto de equilibrio óptimo entre el trabajo en casa y en la oficina. De lo que no cabe duda es de que el teletrabajo no se trata de una simple moda pasajera, sino de una tendencia que ha llegado para quedarse y que en los próximos años convivirá con nuevas formas híbridas de colaboración.

La robótica, la Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas crecen a toda velocidad. Según un estudio elaborado por World Economic Forum, el 50% de los trabajos serán desarrollados por máquinas inteligentes en 2025. En base a este dato, queda claro que todo trabajo susceptible de ser automatizado, será automatizado. Por lo tanto, todos aquellos trabajos de bajo valor acabarán desapareciendo.

La toma de decisiones automatizada basada en métricas tomará el control de las empresas. Las organizaciones necesitan identificar las métricas adecuadas y crear un modelo de crecimiento. La Inteligencia Artificial se define como un conjunto de tecnologías que ofrecen soluciones a problemas complejos.

La aplicación de la IA en las compañías puede ayudar en la automatización de procesos. Gracias al uso de máquinas inteligentes, muchas tareas que antes se llevaban a cabo de forma manual, ahora se pueden programar y realizar en menos tiempo y con un margen de error prácticamente nulo. Una de las principales ventajas que ofrece la Inteligencia Artificial es la posibilidad de aplicarla en procesos muy diversos.

En plena era digital, y con el Big Data como una tecnología en auge, las compañías trabajan con grandes cantidades de datos de los que pueden obtener información de valor para el proceso de toma de decisiones. Para ello, cada vez más empresas utilizan sistemas informáticos que se encargan de la gestión y análisis de datos no estructurados provenientes de múltiples fuentes. 

En el campo del comercio electrónico, cada vez son más las organizaciones que integran un chatbot en su web, que presta un servicio de asistencia virtual en tiempo real.

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