La comunicación en tiempos de crisis marca la diferencia entre la calma y el caos. Ya sea frente a una emergencia sanitaria, un desastre natural, una crisis institucional o un conflicto social, la comunicación es una herramienta estratégica esencial. No se trata solo de informar, sino de orientar, contener, generar confianza y facilitar la toma de decisiones. Para lograrlo, es necesario que la comunicación responda a ciertas características que la hagan efectiva, empática y creíble.
En este artículo, analizamos los principales rasgos que debe tener la comunicación durante situaciones críticas y su impacto en la gestión de la crisis.
Las crisis no son siempre evitables y su origen puede ser diverso. Una emergencia sanitaria, desastres naturales, conflictos institucionales la geopolítica, la macroeconomía e, incluso, la estrategia de la competencia pueden colocarnos en el foco. Sin embargo, no es el origen del problema lo que marca la diferencia, sino nuestra capacidad de respuesta y la estrategia que despleguemos. Ambas son fundamentales para minimizar daños y recuperar la estabilidad perdida.
Actuar con rapidez, pero con precisión. Lo primero que debes hacer es identificar la naturaleza del problema y a quiénes afecta. Así, podrás valorar el alcance y la gravedad. Uno de los mejores consejos que te podemos dar en esta fase es establecer un equipo de crisis con el fin de tomar decisiones y coordinar acciones.
El objetivo en esta fase es detener el impacto inicial y, por supuesto, no incurrir en reacciones impulsivas.
Una vez estudiado el escenario, llega el momento de tomar decisiones con rapidez. Lo ideal es establecer las prioridades más apremiantes y, si dispones de ellos, activar los protocolos existentes. Si no son oportunos para la situación, es necesario definir nuevas estrategias. Así, por ejemplo, las primeras decisiones deberían ir dirigidas a proteger a las personas si es el caso. Piensa que las acciones concretas no solo te ayudan a restaurar la normalidad, sino que también demuestra liderazgo y control.
Con ella, las acciones aún no han acabado. En este momento, debes analizar lo siguiente:
Independientemente de su origen, las crisis ponen a prueba la estabilidad de las empresas y la confianza de los stakeholders. Para afrontarlas, una buena comunicación es una herramienta clave.
La comunicación en tiempos de crisis ha de poseer las siguientes características:
Para una comunicación realmente efectiva, es vital aplicar estrategias de comunicación específicas. Algunas de ellas son las siguientes:
Un plan para comunicar emergencias es un documento estratégico que indica cómo se debe comunicar tu empresa antes, durante y después de una coyuntura de crisis. Por tanto, su objetivo es garantizar una repuesta coordinada, clara y eficaz para minimizar el impacto negativo sobre las personas, la reputación de la marca y tu operatividad general.
En consecuencia, es esencial en contextos de desastres, accidentes laborales, amenazas a la seguridad, fallos graves tecnológicos o cualquier evento que altere la normalidad.
Entre los más importantes, están los siguientes:
La rumorología y las noticias falsas se difunden con rapidez en la era digital. Por esta razón, es importante que adoptes las siguientes medidas:
La comunicación en tiempos de crisis ni se improvisa ni se trata de una acción secundaria. Por el contrario, ha de ser parte integral de la estrategia de respuesta. Las características clave como la claridad, la rapidez, la empatía, la transparencia y la coherencia permiten informar, generar calma, fortalecer la confianza y guiar a las personas en momentos de incertidumbre.
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